
A veces las personas se acostumbran a la incomodidad o al malestar, también puede sumarse el miedo al cambio, y se quedan ahí, en el mismo lugar de siempre. No estan a gusto, no se sienten bien, pero se quedan ahí, penando la difícil situacion que atraviesan con tal persona o tal trabajo o tal lugar.
"Zona de confort" le dicen, porque es más fácil quedarse quieto que moverse. Es como si solidificaran el malestar y ahí se quedaran envueltos en él. Sin darse cuenta de que el vaso está lleno y no permite que llegue nada nuevo al vaso. Sin darse cuenta de que hay algo nuevo ahí afuera en el universo, que es para esa persona y está a la espera de que ella se mueva un poco, que camine, que gire o que simplemente tire los zapatos viejos.
Dejar ir aquello que no nos hace sentir bien es generar una puerta que se abre hacia lo nuevo.
"Zona de confort" le dicen, porque es más fácil quedarse quieto que moverse. Es como si solidificaran el malestar y ahí se quedaran envueltos en él. Sin darse cuenta de que el vaso está lleno y no permite que llegue nada nuevo al vaso. Sin darse cuenta de que hay algo nuevo ahí afuera en el universo, que es para esa persona y está a la espera de que ella se mueva un poco, que camine, que gire o que simplemente tire los zapatos viejos.
Dejar ir aquello que no nos hace sentir bien es generar una puerta que se abre hacia lo nuevo.
Lic. María Emilia Gallardo
No hay comentarios:
Publicar un comentario