
Nadie hace feliz a nadie, nadie “me hace” feliz y yo no hago
feliz a nadie. Porque soy yo la que me encuentro conmigo misma cuando estoy con
vos. No soy diferente a vos, no soy distinta. Aprendo a conocerme a través tuyo,
esa es la única mirada que vale, el resto es puro humo.
Si no soy feliz con vos… tengo que hacerme unas cuantas
preguntas, porque en realidad no soy feliz conmigo misma. Y si me siento bien
con vos… mi respiración se transforma en armonía pura porque soy armonía.
Si pienso o siento que hago feliz a alguien, es que me he
puesto en posición de objeto, como una taza de mate cocido que da sabor y
tibieza a quien la bebe, o como un surtidor de combustible de una estación de
servicio.
Si pienso o siento que vos me haces feliz, es que te he
tomado como un objeto y me transformo en un vampiro con alas negras que
succiona tu energía, como un parásito emocional.
Lo verdaderamente real que ocurre, o tendría que ocurrir, es
que “me hago” o no “me hago” feliz con vos.
Soy la responsable al cien por cien de lo que vivo.
Yo me hago feliz con vos.
Yo me hago triste con vos.
Yo me hago alegre con vos.
Yo me hago estresada con vos.
Yo me hago risas con vos… porque Yo, soy Vos.
María Emilia Gallardo
Increíble! No lo había pensado, pero coincido tanto!
ResponderEliminarMily que hermoso conocer este lado tuyo...o mio...:) que bueno es que nos hayamos encontrado. Bellisimo! Gracias
ResponderEliminar